Debemos como médicos abogar por los derechos de la salud, pero además
procurar por la calidad de la atención que nuestros pacientes reciban,
sabemos que los servicios de salud serán de los que se privatizen este
sexenio.
El Seguro popular representó la segunda etapa de la
privatización de los servicios de salud en México. La incorporación del
43 por ciento de la población mexicana que actualmente
no es derechohabiente, causará una mayor presión en los servicios de
salud del país, provocará que éstos entren en una crisis más severa y
hará de la privatización un hecho inevitable. No nos sorprenda que en
algunos años, que el presidente nos informe que ante la presión
creciente en los servicios de salud, la única solución sea su
privatización y nos prometa que con ello, todos los mexicanos tendrán
acceso a la salud.
Diversos especialistas han identificado 22 tipos
de privatización a partir de los cuales se pueden construir diferentes
estrategias. El caso de México corresponde a la estrategia que los
expertos llaman “informal”, mediante la cual la falta de financiamiento
al sector salud y el abandono de la infraestructura médica han llevado a
los servicios de salud a un proceso denominado “muerte lenta”.
Ello significa que la falta de insumos, equipo, infraestructura, así
como las malas condiciones económicas y de trabajo en las que labora el
personal médico, no son una casualidad, sino una estrategia encaminada a
justificar la creación del SPS y por ende la privatización de los
servicios públicos de salud. el SPS no soluciona nada porque su
objetivo es cuantitativo, y no atiende las necesidades de salud de la
población.
De los mil 572 pesos que se estima cuestan las 78
intervenciones que ofrece el programa, el Estado sólo aporta 235 pesos,
es decir, sólo el 15 por ciento. El resto es financiado por los estados
y las familias mexicanas, a las cuales se les asigna una cuota que va
de 20 a 500 pesos mensuales según su estado socioeconómico. Esta
contribución aumentará paulatinamente, lo cual permite al Estado
disminuir gradualmente su participación en el financiamiento de el SPS,
hasta hacerlo nulo.
No levantamos la voz cuando nos restringieron
el acceso para hacer las especialidades, ahora las subespecialidades no
tendrán beca, creo que es momento del despertar de los médicos. o
cuanto mas esperaremos?
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